Tuesday, September 22, 2009

Cuesta la cuesta, resulta que el insti está en bajando una colina, o subiendola, según se mire. Tras muchas vueltas al mapa, y perderme, of course, conseguí llegar, clases, más clases, no sé si es la altitud, o estas comidas a horas diferentes, que siempre tengo sueño y hambre.
Además, las clases de idiomas (lo siento por mis compis de las lenguas)... son un ¡muermo!... "repite conmigo... H... Halcón... P... Put... digo Pamplona..." ,
ni usando la pizarra digital, ni los mp3ses, ni toda la tecnología del mundo, ¡Un muermo!. Nunca, pero que Nunca, me quejare de dar la formática, aunque me quite de véz en cuando.
Es curioso esto del idioma, parecemos todos niños pequeñicos, pero sin la ternura que da un nano, con estos cuerpazos hablando como los indios.
Cuando yo doy la clase de Español, me entra sueño de hablar con frases tan tontucias, y cuando soy yo la que aprendo Ingles, me convierto en la tontucia, o niñita (si le quieres dar un tonito amable). Da igual que seas doctorado masterizado en diseñar octodimensionales culeidiformes de 5ª generación. Sin dominar el idioma parecemos todos idiotas.
¿Para cuando ese chip que te meten, junto con el botox, en la cabeza?, ¡ZAZ! ya hablas ingles y de paso sin arrugas de expresión.

En la vuelta a casa..... me he quedado clavada subiendo la cuesta, clavada, clavadita. Colinas de Sussex down.
Espero que estos frenos me quieran mucho o acabo en el agua de cabeza.

Si hay que aprender a jugar al Crockett, se aprende, y a ese otro que parece el baseball pero aquí van todo de blanco y corriendo por el cesped, no hay quien lo entienda, después de inflarse a correr te dicen 597 a 3, y ves al pobre del 3 sudando como un cerdo jartito de correr, igual que el de 597..., en este no he visto nenas, pero cuando pueda lo intento, queel blanco siempre sienta bien, y total, cada día creo que aprendo menos el idioma, lo que pega es un juego que no entienda nada.