Muy nerviosa nos señalaba el frigorífico, cojimos unas patatillas...., intentamos pagar, que no.... nos susurraba... que volvieramos a la nevera,
en ese momento, no lo puedes evitar, se te pone esa cara de estar en otro planeta y hacerlo todo mal, por más que intentamos integrarnos en el ambiente.... y piensas - que nadie se de cuenta, que nadie se de cuenta de que no me entero de ná-
tras muchas explicaciones... aiiii este idioma que no entra en mi cabeza... comprendimos...
NO se puede BeBer sin Comer,
así que nos llevamos dos paquetes de patatas y la complicada cerveza, yo roja como un tomate, con la sensación de estar traficando con drogas... miraba de reojo a la gente con sus cafelitos y las tartas de manzana tan tranquilitos..... ... pero en este festival de Jazz, con este ambientito, con esta ciudad tan llena de todo... ¿cómo no vamos a desmadrarnos un poco?
Principio de una noche estupenda.