Friday, April 10, 2009


Ella siempre me decía que era labor de hormiguitas, una tras otra, cada una con su tarea.
A los quince ya buscaba ayudar al mundo, como mafalda, fuí todos los veranos a un comedor de santodomingo, apesar de no creer en esa empresa, si me parecía bien el objetivo, hasta que me harte de la empresa, me tragaba las tonterías de las monjas y los seguidores, pelaba patatas calladita, y servía los platos, hacíamos el pescao o la carne que nos llegaba del mercao bailén cada mañana. Cada viernes venían las de la parroquía de la malagueta, muy planchaditas, con unos delantares bordados con frutas del bosque monísimos (sólo les faltaba el polo de ralph junto a las cerecitas), con unas melenonas planchadas estupendas, se arremangaban junto a nosotras, ellas olían al pasillo de perfumes del corteingles, nosotras a lejía, apenas hablabamos, una me pregunto una vez si yo estaba prometida, como no la entendí seguí pelando patatas por respuesta, y nuestra comunicación se quedo en pasarle la fuente de las papas peladas para que las echara en la freidora, sufrí por que no se le cayeran al suelo con aquellas uñas rositas tan largas y bien perfiladas.
El comedor abría a la una, el público era muy variado, era una ciudad paralela a la mía, ¿cómo había llegado aquí esta gente?, pillaban el pase de 11 a 12, comían en silencio a las 14h, algunas me daban un taper para que lo llenaras y hablabamos de si haría buena tarde de playa, si la jodería el terral, o de como iba a cambiar el centro de málaga con obras del ayuntamiento y de que estabamos dejando caer el barrio de la trinidad. Rosa venía todos los días con un montón de friambreras para su gente, muy contenta siempre, me daba consejos sobre enharinar el pescao - pa que se relaman los deos, niña.
Yo no entendía que hacía aquella mujer allí, pensaba que me iba a encontrar a extraterrestres y resulta que los marcianos te buscaban un "partidito" y sus uñas eran fantásticas. La dignidad estaba en la puerta de 11 a 12 con un montón de friambreras. Tal y como decía mi abuela

Foto: cada uno tiene su santuario, mi madre me ha construido este