Monday, August 04, 2008


Estuve en la pizzeria del terror,
los camareros vestidos de vampiros, imposible terminar la comida, te dabas media vuelta y tenías un vampiro intentando pegarte un bocao.... todo negro, lleno de ataúdes, cadenas, esqueletos, el baño adornado como si a un cerdo le hubiese llegao su sanmartín en el lavabo,
chillamos, bebimos cerveza para volver a chillar, nos ataron, nos hicieron el numerito de cortarnos en dos con la sierra.

Mire al público y me pare en la familia sentada enfrente, a las doce de la noche, cuatro críos, el mas pequeño un bebe, el mayor no pasaba de 5 añitos, entre tanto ruido y humo, el bebe lloraba y la mujer le metía el bibi con pocas ganas, mientras se fumaba la tabacalera entera, ella embutida en unas licras a juego con las chanclas, a juego con el pelo estropajoso algo parecido a un rubio platino. Cuando una de las nenas empezó a llorar, ¡chaz!, bofetón, y le metió un buen trozo de pizza en la boca.
Ahí fue cuando se apagaron las luces, volvió a salir el de la sierra a hacer el numerito.
Salí corriendo al bar de mis amigos, me pedí una cerveza intentando borrar la cena.
- sardi, ¿te han asustado los monstruitos?
- ni te imaginas, he visto a la familia monster.
Tengo las escamas como a una gallina, ningun Bela lugosi puede competir con ellos. Nada Peor que la jodida Realidad.
Para animarme me imagine que le daban a la señora con la sierra en la cabeza, se despertaba de su mísera vida y se llevaba los retoños a casa a una hora prudente, los acostaba con un besito maternal de buenas noches.