Saturday, January 31, 2009
y en el bajo benavent, hoy en la maestranza,
que no es un teatro que me guste, es demasiado grande y te aleja, con lo que al final te pones a pensar en cualquier cosa y no te metes en el piano del chano,
a pesar de todo, ¡que peazo concierto!, hace tiempo que no pegaba esos botes.... en una silla.
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Cuando estaba recogiendo mi turno de cafes para irme al teatro con mucha prisa me pidio un chupito de jacks y un negro (por los ojos que llevaban supuse que era cafe sólo, muy sólo),
me dijo no se qué, le sonreí, y le servi rapidamente, esperando que no me complicara la tarde, me metí en aquel turno para sacar lo justo, pagarme la entrada, llevaba allí desde las 3 y ya no podía más, sólo quería salir corriendo calle arriba a mi silla del Cervantes,
el nota siguio dandome charla mientras yo terminaba de fregar los vasos sin mirarle casi, yo solo miraba el reloj (aiiiiiiiiiiiii que empieza a las 9 y no llegoooooo, y este perriflauti que no se vaaaaa),
me dijo un adios aburrido, supongo que pensaría que soy la morena más antipática del mundo,
y por fin se fue,
sali pitando,
empezo el concierto,
nunca había escuchado ese batiburrillo, jazz, flamenco, jazz, se empezaba a fabricar, el teatro se caía abajo, golpes en las gradas,
desde el gallinero di mil botes en la silla,
El flautista empezo a soplar que ni el Anderson de jethrotull, ¿coooomo?, afine un poco los ojos... ese.......... ese ..........es.......
era el perriflauti del jacks con negro............
¡4 bises!, una clase de compas y ritmo para toda la vida
y de tirar los prejuicios para siempre