De pequeña mi abuela nos compro un pollito rosa, de esos que vendian en la puerta del mercao bailen, bueno, compro dos, uno rosa y otro azul, pero el azul venía triste y la palmó, para que no nos diera pena, le hicimos un funeral oval y lo enterramos en el jardín, mi abuela planto encima unas gardenias casi azules, y todos los primos contentos.
El rosa nos seguia como un perrito por todos lados, eramos sus gallinas, mis primos no soportaban tanta responsabilidad paternal, pero el pollo a base de ponerse pesado y hacerles carantoñas (las que puede hacer un pollo) se los gano, lo sacabamos de paseo por el campo y corriamos haciendo zigzag a ver a quien seguia mas, el pollo acababa mareado y nosotros entramos en lucha de ser el mas seguido por el pollo.
Un día mi tio nos dijo que estaba enfermo, que seguramente se iria con el azul, que fuesemos pensando en la flor rosa que queriamos ponerle. Estuvimos varios días sin ganas de jugar ni de tomar nocilla.
Al poco el pollo no se despertaba, se quedo dormido dos días enteros, y despues como si nada salto, brinco, se fue dando cambayas al patio, y paso de nosotros, se recupero, pero no nos hacia ni caso, todos intentabamos llamar su atención, pero el tío iba y venia a su conveniencia, ahora era como un gato.
Se acabo la competencia entre mis primos por el cariño pollo, pero yo seguia insistiendole, y el pollo cuanto mas le insistia yo, mas pasaba de mí.
Todos volvieron a comer nocilla y los roscones de huevo que preparaba mi abuela cada tarde, pero a mí se me había quitado las ganas de merendolas. No entendia nada. ¿Tan fugaz es el cariño?, con todo lo que le había mimado, le daba de comer, le limpiaba el canasto y los bebederos....
un momento, los bebederos ultimamente olian fuerte...... le pregunte a mi tio, metio la nariz en el cacharro y dijo: ¡huele a larios! (ginebra que se fabricaba en Málaga), mi hermano rompio a reír a carcajada limpia, no paraba, yo con la pena en el alma, y mi hermano descojonao...
le había echao ginebra en el bebedero para que tuviera una muerte digna, al menos que muriera borracho, decía el bruto
-y al final va el joio y la ginebra lo salva, y no solo eso sino que se ha echo independiente
el pollo borracho murio de viejo, iba y venia a su antojo, mis primos pasaron de él y volvieron a jugar con los clic, y yo..... yo me quede escribiendo tonterias para superar tanto cariño animal que no sabía a quien darselo ahora
mi abuela me enseño a hacer roscones de huevo en un molde de hojalata y a volcar todo lo bueno en hacerme una cocinitas
Anthony and the jonhson vuelve a sacar disco, con este frío, a ver si trae un poco de calorcito