Entramos por el backstage (sea, la puerta de atrás), los gogos, las gogos, los de los negocios, y los del staff, mientras todos nos deslumbrabamos con los bumps de las gogos, en esos taconazos con esos ligueros imposibles y mucho mucho make up, la gente se anima la tarde con algunas químicas, por esto es famoso el lugar, además de la música y los precios.
Mientras felíz con mi SanMiguel de 15 eurazos que estiraba poco a poco para que durara muuuucho.
Entre la pandilla de pelucas azules iba atravesando el carrito cargado de escobas, con mucho trabajo, entre baile y baile del personal, este equipo rosa, bajitos, morenos, con unas camisetas grandísimas en la que si te agachas puedes leer "staff team", se hacían un caminito. Yo me pregunto dónde metían las escobas entre esta marabunta. No había espacio en el Space. Y nadie parecia verlos, cada ratito aparecían abriendose paso sin empujar, y nadie los miraba. Eran los primos de la cenicienta sin la calabaza entre tanto cuento.
Ni idea que trapo ponerme para no llamar la atención. Al final me disfrazo con lo que me aconseja Carmen que sabe mas de estas cosas. En la tira de años si me sacan del chandital es que no me veo.
Disfrazada y con la Sanmiguel a chupitos, todo me seguía pareciendo de otro mundo. Afortunadamente, esto de ser profe sólo está mal visto en nuestra tierra, dónde somos jetas con muchas vacaciones, mas de mil euros y abría que ponernos a currar las 24 horas guardando los colegios, porque total pa lo que enseñamos...,
Lucky me, que entre tanto pijorri del mundo lo de maestra todavía es cómo gente que intenta enseñar a los peques a estar y utilizar este mundo. Pero vamos, que esto no me saca del equipo de cenicienta en este mundo de cañitas a 10 euros.
¿Cómo habrá acabao la prettywoman unos años despues del numerito de la escalera de incendios?