Como sardinitas en lata en el barco. Camino a las islas principe, achuchaitos, un gran paseo por el mar de mármara, alejandonos de estambul, ves las torres de las mesquitas al fondo cuando paramos en Asia,
si me pongo romática, puedo decir que las puntas de las torres cortan el cielo azul, y el horizonte se ve dibujado por un color......
llega el vendedor de té, ¿como hace para ir con la bandeja tan cargada entre tanta gente y estas olas?, se me acabo la poesia, me voy a comer una rosquita envuelta en sésamo con un té templado,
llegamos a buyukada, la isla mayor, allí dudamos entre ir en bici o a caballo(no hay coches), cuando miro las cuestas de 90º y a una guiri sacando la lengua en la mitad del camino, les cuento a los compis lo interesante que será el paseo a caballo, alucinamos con las mansiones inmensas recubiertas de madera (que ni Tara de Escarlata), sus playas privadas, aquí lo público pierde el sentido, vamos, no existe,
paramos a comer un helao enorrrrme de todo con todo y volvemos al barco rodeados de turistas de aquí, y de sus vecinos asiaticos, pañuelos, colores, dorados, mucho brilla-brilla, no sabemos dónde mirar, todo llama la atención, ¿que le pareceremos a ellos?, con nuestros shorts, las zapatillas de colores, disparando fotos a diestro y siniestro, mi AudreyGorro....,
al pasar por la isla de kinali, decidimos que es la mejor, rodeada de pequeñas playas de piedrecitas y un paseo marítimo llanito, ahí si va bien la bici :)
Desde los caballos y con mi churri cámara me salen borrosas las fotos. Aquí un puesto de fruta y verdura... pa comerselo tó.
En la foto, otra familia de turistas esperando un coche de caballos.
Volvemos a Taksim, tomamos un té, esperando en la parada del bus para ir al barrio Arnavutokoybogaziskele, pasan nenes vendiendo agua, se me coge un pellizco en el estomago, nos quedamos callaos y aguantando el aire, creo que estamos pensando lo mismo,
nos metemos en el atasco de tráfico, esta ciudad es inmensa y el tráfico no lo es menos,
por fin en el tranquilo barrio, en el paseo marítimo, con sus terracitas al Bósforo,
comemos pescao en un sitio que nos recomendo Alfollness, una lubina enorme, fresca y brochetas de salmón y rape, que buenas están mis primas, una sardina relamiendose con el pescao, por 6 euros por cabeza,
Parada en el bar de la esquina, ¿suena metálica?, la camarera americana-turca, nos saluda como si nos conociera de toda la vida, habla sin parar, Carlos la entiende, Raangul se hace el distraido, yo intento enterarme y le sonrio toda boba, creo que piensa que la entiendo y me mira cuando habla, yo asiento, que ganas de volver a dominar el ingles, ahora me domina a mí cualquiera que me diga algo rápido..., nos recomienda una playa y un sitio para mañana... interesante... diferente... cuando vaya lo cuento... secreto (o eso, o que no me enterao de casí na)
Volvemos a casa, hoy nuestros amigos han trabajado todo el día y mañana les espera otro lote, casi da corte estar aquí de turisteo mientras ellos se matan a currar, este país es muy currante y muy duro el trabajo,
Algo que me llamó la atención: Los japoneses entran en Santa sofía y se hacen fotos en los poster de los mosaicos. No en los mosaicos.