con permiso de mi amigo, que es su papi, y sabiendo que la foto esta borrosa, pero la traigo a mi rincon porque me gusta esta imagen,
este nene preocupado por dónde envio la pelota, tan contento cada 5 minutos, con todos los balones por jugar.
Subirse en una montaña rusa todo el rato es complicado, para mí que he nacido en ella es casi habitual, he aprendido a hacer mucho deporte para aguantar los vaivenes, a estar fuerte, pero aveces las curvas hacia abajo son muy duras, de todas formas las aguanto.
Por poco me duermo en la peli de almodovar, pero no me dormi, estaba muy cansada, así que mi opinión no es objetiva, sólo sé que me encanto Carmen Machi, bueno y todos estaban muy bien, pero ella me hizo sonreir un ratito y eso se agradece en días de evaluaciones y decepciones. Me gusto la historia que inventa el chico con los vampiros. Me recordo cuando iba a dar sangre al hospital civil en Málaga con mi abuela, siempre inventandonos cuentos por el camino porque yo me asustaba, y aún así me sacaba los mililitros porque ella estaba conmigo, contandome cuentos de vampiros, resurreciones, historias imposibles que me divertian y no me asustaban, al final nos tomabamos un colema de chocolate y un donut, y volvíamos a casa dónde mi abuelo estaba en el piano tarareando y emborronando partituras.
Bueno, supongo que la peli de almodovar no me movio mucho por el cansancio, pero la historia de los vampiros y sus empresas de donantes me hizo acordarme de los cuentos de mi abuela. Y eso ya fue mucho. Un tiempo en que pensaba que las personas estaban ahí para siempre. Que bonita ignorancia.