Sobre la una del mediodía fuimos a un pequeño cafe+libreríaJazz cerca del Soho. Batiburrillo de gente. Unos leyendo, otros muy concentrados en sus portátiles, tal como si estuvieran en una biblioteca, tomando té y pasteles. Trás echar una ojeada por la nevera, empezamos a dudar..... ¿todo healthy?, ¿zumito?, ¿agua?... al final le pedimos a la camarera una cerveza...
Muy nerviosa nos señalaba el frigorífico, cojimos unas patatillas...., intentamos pagar, que no.... nos susurraba... que volvieramos a la nevera,
en ese momento, no lo puedes evitar, se te pone esa cara de estar en otro planeta y hacerlo todo mal, por más que intentamos integrarnos en el ambiente.... y piensas - que nadie se de cuenta, que nadie se de cuenta de que no me entero de ná-
tras muchas explicaciones... aiiii este idioma que no entra en mi cabeza... comprendimos...
NO se puede BeBer sin Comer,
así que nos llevamos dos paquetes de patatas y la complicada cerveza, yo roja como un tomate, con la sensación de estar traficando con drogas... miraba de reojo a la gente con sus cafelitos y las tartas de manzana tan tranquilitos..... ... pero en este festival de Jazz, con este ambientito, con esta ciudad tan llena de todo... ¿cómo no vamos a desmadrarnos un poco?
Muy cerquita del centro cuando baja la marea del Támesis
La navidad ha llegado a OxfordStreet, y el número 13
Cuando consiga entender los escaparates el idioma habrá entrado en mi neurona.El escaparate cargandose algún cuento que otro. Ojito con la ropa interior de la vaca.
Paseito por HydePark, trás desayunar en el Hilton (otra véz escondiendo mi ropilla de Inditex). Nos encontramos a estos chicos que querrían unas leyes sin la iglesia tirando "pa" lo suyo.
Mira mira que sonrisa más tierna.
Principio de una noche estupenda.