16 asientos 25 cooperantes, 4 ayudantes, el chofer, las mochilas y 4 horas de camino.
nos vamos de excursión al campo, a PinardelRio (a la semana siguiente pasó el Huracan),
Armando, el chofer, habla en el mismo tono que muchos, nunca en serio, no responde preguntas y sale por la calle de enmedio con una canción:
-esta guagua era de 25 pero quitaron los asientos para hacer el maletero,
yo miraba el pequeño maletero hasta el techo de nuestras pequeñas mochilas, no me salían las cuentas,
-claro, y también había asientos en el pasillo,
desisti, sería un modelo especial de microbus para micropersonas, todo es posible en Cuba.
Arrancamos, ¿dónde están los 4 ayudantes?, no vienen no tienen dinero, ¡Armando, da la vuelta!¡somos solidarios o vamos todos o no vamos!,
sacamos las mochilas, metemos sillas de jardín en el pasillito, nos sentamos de 3 en 4, y metemos a los ayudantes,
empezamos a zizear en la autopísta habanera, esquivando perros, gente, gallinas, serpientes y "huecos" como trailers ,
la banda sonora, un duelo entre el regetón y OT,
los ayudantes : -daaaaaaaaaaaamelaaaaaaaaaaaaaaa damelaaaaaaaaaaa papayaaaaaaaaaaaaa
la réplica andaluza: -la vida es un carnavaaaaaaaaaaallllllllll,
-¡compañera pasame el abaniiiiiiiiiiiiiiicooooooooooooo! y te monto un palacio,
-te lo presto si me dejas ir junto a la ventana,
hay momentos en que lo más simple adquiere un valor ilimitado.
Empezamos a subir a la montaña, en una carreterita cuesta arriba, mas zizeante que la autopista, en una sóla dirección.
Mientras tenía una lucha interna conmigo misma, volver a creer en Dios para pedirle que no nos ocurriera nada o intentar cerrar mi tímpano y recordar si en mi botiquin había echado orfidal,
¡ññññiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiikkkkkkkkkkkkkkkkkkkk!,
un accidente, dos muertos, al parecer llevaban 6 horas esperando a que llegara algún responsable público, levantaran los cadaveres, pusiera ordén en el tráfico y se llevaran el vehículo,
la cola de coches rusos, chinos, 50´s americanos, crecía en ambos sentidos, incluso en el sentido que no existe, debido a los que siempre se quieren colar por la calle de enmedio, aprovechando que recogen un accidente pueden recoger dos,
-¿nos bajamos?
Armando: todo el mundo fuera, se nos ha roto la barilla
-¡dios!
Armando: que no se me preocupen que aquí todos somos mecánicos
Armando arreglo la barilla, y todos nos fuímos de lo mismo en el arcén, a partir de ahí la guagua fue más ligerita de peso, todo lo que comíamos lo ibamos dejando en cada baño, arbol, esquina o arcén,
eso sí, por fín reino la mejor banda sonora en la guagua: el silencio